Si os gusta la naturaleza, en las Terres de l’Ebre encontrareis playas extensas y tranquilas, los espacios vírgenes del Parque Natural del Delta de l’Ebre o las montañas del Parc Natural dels Ports. Si preferís descubrir el patrimonio, podréis optar por visitar las pinturas prehistóricas declaradas Patrimonio de la Humanidad o fortificaciones imponentes construidas por árabes y templarios. Si lo que os entusiasma es conocer la cultura popular, un paseo por los pueblos marineros o por las villas de montaña os ayudaran a comprender el carácter de la gente y a descubrir este territorio declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO el pasado 28 de mayo de 2013.
Esto es solo un resumen del gran potencial turístico que ofrecen las Terres de l'Ebre, el conjunto de cuatro comarcas situadas en el extremo sur de Catalunya. Toda esta diversidad de espacios permite que cada visitante, lejos de las aglomeraciones y de los circuitos turísticos convencionales, escoja la opción que más se ajusta a sus necesidades.
Las Terres de l'Ebre están situadas entre el mar Mediterráneo y los contrafuertes más meridionales de la sierra prelitoral catalana. Además, las aguas tranquilas del Ebro - el río más caudaloso de la península Ibérica - modelan este territorio y forman meandros que tranquilamente lo conducen por la llanura del Delta hasta llegar al mar.
Mágico para el comercio - para la entrada de productos des del mar hacia las tierras más interiores de la península - ha cautivado todo tipo de civilizaciones: los íberos, los romanos, los árabes, los judíos y los cristianos han establecido algunos de los asentamientos más importantes. El paso de todas estas culturas ha dejado un importante legado que se hace notar en las tradiciones populares, los monumentos, el habla y, también, en el carácter de la gente.
Todo este legado natural y cultural enriquece la visita a las Terres de l'Ebre y permite al turista descubrir los detalles que se esconden en el mosaico que dibujan las cuatro comarcas más meridionales de Catalunya.